Queridos fieles de la religión fantasmal: sigo vagando por las oscuras salas de cine, un habitat natural para mí, aunque cada vez menos frecuentado por el resto de los mortales...En este caso me fuí a ver "El mal ajeno", película debut de Oskar Santos, un buen amiguete de Amenábar por lo visto, que ha hecho las labores de producción. Y el resultado no es ni malo ni bueno sino más bien todo lo contrario. Historia de un médico desalmado que descubre milagrosos poderes de sanación en sus manos sin necesidad siquiera de ir a Lourdes, la peli se ve sin demasiadas molestias, pues la realización y actores están muy correctos (incluido Noriega, que parece que va aprendiendo algo con el paso de los años) pero que a medida que se va acercando a un necesario desenlace explicativo va perdiendo gas a marcha forzada, resultando por momentos incongruente y desde luego falta de emoción, cosa que no perdono, amigos. El personaje de Belén Rueda es menos creíble que un político del PP explicando la trama Gürtel, hasta el punto de que presuntamente es alcohólica y en toda la película no se le ve bebiendo o borracha, pero en cualquier momento parece dispuesta a beberse un brick de leche Puleva y a tirarse de un lujoso yate...En resumen, un mal ajeno no del todo desdeñable, con alguna idea interesante, pero en todo caso más propicio para una tarde de lluvia y morriña. Como todos sabéis, Yo la hubiera hecho mucho mejor...
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