¡Hasta el último pliegue de mis sábanas tiembla de satisfacción después de haber visto esta obra maestra! ¡Hay esperanza! ¡Todavía se hace buen cine! ¡Ululo de placer, amigos! Polanski responde al mundo que lo ha censurado por un delito que cometió hace 30 años y por el que la víctima ya le ha perdonado con lo único que sabe hacer: buenas películas. "El escritor", cuyo título original en realidad se traduciría por "El negro", en el sentido de escritor anónimo, es la adaptación de una novela de Robert Harris, cuya superficie puede parecer la de un thriller, pero que contiene una carga mucho más explosiva en su interior. Ya sabemos que el bajito polaco maneja las claves del thriller como nadie en la actualidad, se maneja como pez en el agua y nos mantiene literalmente enganchados a la pantalla, deseando saber que es lo siguiente que va a pasar, que de eso es de lo que trata en resumidas cuentas esto de contar historias con imágenes. Un guión sencillamente magistral, que abarca registros como el incisivo y sutil humor negro, la denuncia política "conspiranoica" pero real, el más puro suspense. "El escritor" voltea a los espectadores como le da la gana, arrastrándolos, sumisos, a un final prodigioso, probablemente de los que hará época, con un uso del fuera de plano maravilloso y que nos remite inevitablemente al final de aquella obra maestra llamada "Atraco perfecto" del gran Kubrick. Película que denuncia con poco disimulo a siniestros títeres del poder (y a sus invisibles tirititeros) como Tony Blair o George Bush y sus tejemanejes que acaban con miles de vidas. Película que sales reconstruyendo del cine, dándole sentido a muchas de sus escenas o pasajes, que deja un poso de cine grande, clásico y moderno a la vez. ¡Que fotografía, amigos, que planificación, música, que prodigioso escenario el de esa isla desolada y hermosa a la vez! Sólo puedo decir, una y otra vez: Id a verla, YA ¡Chapeau, Mr Polanski!
Totalmente de acuerdo, señor ectoplasma. Un peliculón, aunque eso no tenga nada que ver con sus problemas con la justicia derivados de ciertos delitos cometidos hace mucho tiempo. No mezclemos y simplemente reconozcamos que ha parido una obra genial. Me ha encantado especialmente el uso de la música, sutil pero potente, y de los paisajes y arquitecturas... Un gustazo cuando cuesta cada día más salir contento del cine.
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