La muerte anda atareada en estos primeros compases del otoño. Parece como si se le hubiese amontonado el trabajo durante las vacaciones y ahora estuviera finalizando-nunca mejor dicho- las tareas pendientes. O como si se tomara al pie de la letra eso de que Noviembre es el mes de difuntos. A la muerte del genioamigo Carlos Edmundo de Ory se le han sumado la de Dino de Laurentiis- el último gran productor a la antigua usanza- y la más reciente de Luis García Berlanga. Berlanga también puede ser considerado uno de los grandes directores clásicos del cine español que sobrevivía al paso del tiempo. Aunque tal vez la etiqueta de clásico no sea muy apropiada. Siempre dio la impresión de mantener un espíritu joven e iconoclasta, con su fetichismo reconocido, con su actitud entre burlona, satírica y humana ante la vida. Aunque "Bienvenido Mr Marshall" sea de sus películas la que más perdura en la memoria colectiva ("Americaanos, os recibimos con alegría...") Mr Berlanga tiene en su haber genialidades del neorrealismo español (si es que eso llegó a existir) como "Plácido", "Los jueves milagro"o la ya mítica "El verdugo" en la que era capaz de reirse de algo trágico como la profesión de matar legalmente. Es esta película precisamente la que mejor define su postura ante la existencia, capaz de convertir un hecho dramático en comedia hilarante, capaz en definitiva de reirse de todo, lo cual es un rasgo de las personas inteligentes. Durante los 70 y 80 nos daría otros títulos como "Tamaño natural" en la que contaba la historia de amor entre un hombre y...una muñeca de plástico y la trilogía de la Escopeta Nacional. No puedo evitar imaginarme a Berlanga-donde quiera que esté- tomándose un carajillo con algunos de sus compañeros de la Vieja Guardia del cine español: Fernando Fernán Gómez, Manuel Alexandre, Paco Rabal, Agustín González...Seguro que se están riendo de todo. Como debe ser.
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