¿Alguno de vosotros recuerda cuál es la primera película que vio en una sala de cine? No es fácil amigos, no. Y es que las primeras veces que uno acude a este extraño habitáculo, no se sabe bien lo que esta sucediendo en la pantalla; la luz del proyector, las imágenes que se reflejan en el rectángulo blanco como sombras chinescas, el sonido que parece provenir de todas partes y de ninguna, las pequeñas luces de la hilera de butacas...Todo es mágico e inexplicable, la sala en sí es alucinante y el espectáculo, asombroso. Creo que fue "E.T. el extraterrestre" (1982) la primera de todas. Y no es un mal comienzo para un niño de 4 0 5 años. (¿Qué queríais, que viera una de Kiarostami?) Poco después (o antes, los recuerdos aparecen desordenados) pude ver "Fantasía", la cuasi experimental película musical de Disney que me fascinó y aburrió a partes iguales. Después vinieron los cines de verano al aire libre y las quedadas con amigos para ver pelis en grupo. Durante buena parte de mi infancia celebraba mis cumpleaños invitando a 5 o 6 amigos al cine. Esa era mi idea de la felicidad. Claro que por entonces lo de menos era la película que íbamos a ver. Acudir al cine se convertía en una aventura/gamberrada en la que explorábamos los confines de la sala, investigábamos los posibles accesos a la sala del proyector, molestábamos a los espectadores y en resumen, la liábamos pasando maravillosas tardes. Si el cine es mágico para los adultos, para un niño es -como decían en "Arrebato"-...¡A-L-U-C-I-N-E!
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