CRÍTICA DE CINE FANTASMAGÓRICA...

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lunes, 17 de octubre de 2011

"MIENTRAS DUERMES": TOSAR EN MIS PESADILLAS



"Anoche mientras dormía,
soñé bendita ilusión,
que Luis Tosar venía
y me arrancaba el corazón..."

Me permito esta pequeña broma macabra para comenzar la reseña y/o crítica cinematográfica, queridos amigos, de la muy estimable "Mientras duermes", dirigida por Jaume Balagueró y protagonizada por ese monstruo de la interpretación llamado Luis Tosar. La historia de un portero de fincas infeliz que sólo consigue salir de su desgracia haciendo desgraciados a otros -puteando a la gente, vaya- se encuentra a medio camino entre la película de género norteamericana (Suspense psicológico, lo llaman) y el drama intimista español. Todo aderezado con unas gotas de mala leche y pinceladas negras y rojas (rojo sangre, como os podéis imaginar). Guionista y director apuestan por ponernos en este caso en la perspectiva del "malo", con lo cual nos sentimos un poco cómplices en las incursiones que este portero malérrimo realiza en los apartamentos de los vecinos, en las maniobras y artimañas que lleva a cabo. Y por un momento deseamos que no lo cojan, que salga victorioso, que consiga borrarles las sonrisas...(ahora es cuando os preocupáis por mi salud mental...) Pero no hay que preocuparse, y es que el Ser Humano es ambiguo, amigos, no somos ni completamente buenos, ni completamente malos...En resumen, una película tan entretenida como maliciosa, con un Luis Tosar para el que ya sobran los adjetivos, un auténtico camaleón, capaz de meterse en todo tipo de papeles y es que tal vez estemos hablando del MEJOR ACTOR ESPAÑOL DE NUESTRA GENERACIÓN...

miércoles, 12 de octubre de 2011

"EL ÁRBOL DE LA VIDA": LA ORACIÓN DE TERRENCE MALICK


He de decir que iba con muchas prevenciones a ver esta peli. Tildada por unos de "obra maestra" y por otros de "pretenciosa e ininteligible", la última ganadora de la Palma de Oro en Cannes podrá gustar más o menos pero, a pesar de sus "defectos" -que los tiene- es CINE con mayúsculas, de aquel que te deja trastocado al salir de la sala. A saber; la historia central es la de una familia modelo de los años 50 en norteamerica y se recrea en la educación del severo y riguroso padre (excepcional, sorprendente Brad Pitt) con sus tres hijos y una tan amorosa como sumisa mujer (bellísima Jessica Chastain). La hermosura con la que está narrada esta parte es sencillamente deslumbrante. Malick nunca recorre caminos trillados, antepone la imagen al diálogo y consigue emocionarnos con este cuento sencillo y complejo a la vez, que nos habla de la VIDA. (Desde luego no se puede decir que Terrence no sea ambicioso). Lo que perdura de la película, la verdadera obra maestra, es esta epopeya cotidiana y familiar, luminosa y oscura a partes iguales. Pero, por algún motivo que se me escapa, el director cree necesario hacer dos saltos temporales; el primero, un flashback de miles de millones de años a la creación del universo, segmento de una belleza también hipnótica, pero que resulta del todo innecesario. El segundo, un Flashforward para ver la vida actual de uno de los hijos de esa familia (Sean Penn, cabreado con razón por lo insignificante de su papel). Los dos me sobran de la película. Supongo que Malick lo ha hecho para recalcar el halito religioso que recorre todo el film y es que "El árbol de la vida" no deja de ser una oración desesperada ante el rumbo que lleva el mundo; como dice en uno de los momentos "Señor, guíanos hasta el final de los tiempos". Eso podría resumir muy bien la intención del director, que en una época de cinismo, de descreimiento, de sentimientos de usar y tirar, nos ofrece una -repito, a pesar de sus defectos- Obra Maestra moral sobre la vida, la muerte, la familia y el amor. Solo nos queda deleitarnos con la belleza de sus planos, de su fotografía y de su manera de narrar.

domingo, 9 de octubre de 2011

"INTRUDERS": MIEDOS REALES


¿Qué nos da miedo? ¿A qué tememos, aparte de la inminente victoria del tontainas de Rajoy? Cuando un fantasmil servidor era pequeño y estaba en la cama a oscuras, siempre imaginaba que una masa deforme y sombría avanzaba lentamente por el pasillo en la noche buscando niños que estuvieran despiertos para aterrorizarlos. En esos momentos cerrabas los ojos fuértemente esperando que dicho monstruo no se diera cuenta de que en realidad estaba despierto. Claro que con el paso de los años me dí cuenta de que esa masa deforme y sombría era mi hermano...no hombre, es broma, desde aquí te envío un afectuoso saludo y tal. A lo que me vengo a referir es que esos miedos infantiles y ancestrales del ser humano son los protagonistas de "Intruders", la última muestra del cine de terror "españolamericanizado" que tantos resultados viene dando en taquilla. Fresnadillo, un director con nombre de pedanía vallisoletana y origen canario, cuenta con una estrella internacional de renombre (el más bien sosainas de Clive Owen) y teje a su alrededor un reparto con nombres españoles (Pilar López de Ayala, Daniel Bruhl). "Intruders" es una película muy correcta técnicamente, con buena factura y FX, pero de escasa resonancia, con un guión más bien torpón y forzado. Sólo una escena(inquietante y desasogante-¡que palabro eh!-) que no voy a destripar se salva del tono plano y algo confundible con otras tantas cintas del género. Y es que al salir del cine uno se queda con preguntas en el aíre, con cabos sin atar por culpa de los, tan de moda como innecesarios, "finales sorpresa", aquellos que desde "El sexto sentido" vienen lastrando la lógica y la coherencia del cine de terror en beneficio de una supuesta conmoción en el espectador. Y es que es mil veces preferible la sencillez de esa escena anteriormente referida, en la que de verdad uno puede sentir lo que es el miedo de forma real.